CATEGORÍAS:
FormaciónEl 11 de mayo dio comienzo el módulo 3 del programa formativo de la UPCT para emprendedores con un taller específico que giró sobre el Elevator Pitch, una técnica que busca transmitir un fuerte mensaje que genere impacto. Tras la explicación de qué es un Elevator Pitch, Javier Medina, continuó explicando sus objetivos: vender, captar la atención y conseguir establecer una futura cita donde el emprendedor pueda desarrollar su idea de negocio ante su audiencia. Para ello hay que tener en cuenta los elementos claves: qué se va a comunicar y cuánto tiempo hay disponible. Sobre el primero de los elementos expuso una plantilla con elementos básicos para no perder el foco. Quién eres, qué problema resuelves, qué te diferencia, con quién trabajas, qué necesitas y por qué es necesario establecer una cita. El tiempo depende de cada situación. Hay elevator pitchs que van desde los 20” a los 3 minutos.
Cada uno de esos puntos lo estuvo desarrollando con características que no deben olvidarse a la hora de exponer un pitch. Del mismo modo, teniendo un tiempo tan acotado y delimitado, explicó que tampoco hay que extenderse de más. Hay que evitar centrarse en las cuestiones técnicas. Las Startups -especial-mente las de ámbito tecnológico- parten de soluciones innovadoras y tecnológicas que tienen detrás una parte técnica muy compleja que sirve para generar el producto o servicio. Sin embargo, lo importante no es la tecnología que hay detrás, sino el propio producto o servicio. Y junto al producto o servicio se encuentra ligada la pro-puesta de valor y que esté correctamente dirigido a cada segmento de cliente. Es decir, no solo se puede adaptar el pitch para distintas audiencias y distintos segmentos de clientes, sino que se debe realizar. Para lograr este objetivo, las pautas recomendad fue dividir el discurso en 5 puntos. La presentación, captar la atención, explicar el elemento diferencial, decir los objetivos y las peticiones y acabar con un final memorable. Para ello, Javier Me-dina, planteó dos técnicas: el storytelling y el sándwich invertido.
El storytelling utiliza la narrativa como vehículo para contar un mensaje. Crear una historia con un inicio, nudo y desenlace que transmita un mensaje y cumpla el objetivo de transmitir los intereses del emisor a la audiencia. El sándwich invertido, por su parte, tiene una estructura positiva, negativa, positiva, de modo que el inicio genere confianza y bienestar en la audiencia, pase por el problema o malestar y el final, la solución, los vuelva a dejar satisfechos con un final memorable. Ese final memorable debe explicar qué es lo mejor del proyecto, qué es lo más irresistible y que ningún competidor podrá igualarlo y por qué va a dejar huella. A partir de ahí, es cuestión de trabajar el pitch en sus elementos formales. Cuidar y pulir el lenguaje verbal, el paraverbal, los gestos, la postura, la dicción y la modulación de la voz. Todas estas características se fueron ilustrando con vídeos de distintos pitches y la sesión finalizó con unas dinámicas donde los participantes hicieron sus pitches y fueron analizados