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FormaciónMarisa Oviedo fue la encargada de impartir el taller de “Liderazgo y gestión de equipos” que se realizó el miércoles, 10 de noviembre, en el programa de Estrategia y Liderazgo Emprendedor. Comenzó el taller preguntando a los asistentes que intentasen definir qué es un líder. Tras las respuestas que fueron muy encaminadas procedió a definir el liderazgo como un proceso de influencia social en el que una persona consigue la ayuda y el apoyo de otros para cumplir unos objetivos a través de la comunicación efectiva y la motivación. Por tanto, un líder es una persona que tiene una visión, fuerza de voluntad, proactividad y un compromiso para conseguir alcanzar esa visión, y consigue que le sigan voluntariamente.
Continuó mostrando las diferencias entre el director y líder, los distintos focos, las orientaciones, sus habilidades y cualidades, etc. Viéndose una importante diferencia a nivel de actitud entre ambos perfiles. Y es que el director posee poder funcional (o posicional) que deriva de la posición y de la organización mientras que el líder posee poder personal: a través de la confianza y el apoyo, consigue influenciar en los equipos a través de un alto grado de compromiso y de cohesión y recibiendo la voluntad de los colaboradores para ser influenciados.
Después se centró en cómo crear confianza. En este apartado expuso una serie de consejos o tips como es mostrar convicción y seguridad, reciprocidad, comunicación efectiva tanto en cantidad como en calidad, escuchando más que hablando, con una comunicación enfocada en el objetivo común, siendo coherente en lo que se dice y en cómo se actúa, con equidad, valentía y reconocimiento de las personas del equipo.
Para el desarrollo de estos mensajes comentó que en la comunicación existen distintos factores a tener en cuenta, siendo diferentes en importancia en el impacto. De este modo, el 55% del impacto de la comunicación corresponde a la comunicación no verbal (gestos, expresiones, etc.), un 38% al paralenguaje (el tono, ritmo de la voz e, incluso, los silencios) y un 7% a la comunicación verbal: es decir, al mensaje propiamente dicho.
Respecto al apartado de la escucha, definió la empatía. Esta habilidad consiste en percibir el mundo subjetivo de los demás como si fuéramos esas personas, pero siempre manteniendo la posición propia. Difiere mucho de la simpatía que es la búsqueda de crear una sensación de agradar a los demás. El comportamiento empático implica comprender profundamente las percepciones, sensaciones y perspectivas de la otra persona, pero manteniendo la posición, es decir, la perspectiva. Para poder desarrollar este comportamiento empático, es necesario escuchar para obtener información, reconocer al que habla mientras se hace una aportación limitada para que sienta que se está percibiendo.
Por último, expuso brevemente qué es el rapport o los anclajes. Estas dos técnicas que se pueden utilizar para la comunicación. El rapport es crear una actitud refleja y puede ser consciente o inconsciente y permite facilitar la comunicación a través de la relajación o complicarla a través de la parodia. El anclaje es una técnica consiste en poner un marco mental que nos recuerde a una situación que se recuerda o vincula con una emoción muy potente, de modo que, efectivamente, modifica el propio comportamiento.
Finalmente se realizó un debate en el que los participantes pudieron exponer situaciones que vivieron y se finalizó con la participación de los asistentes exponiendo qué se llevan consigo del taller.
Esta actividad ha sido parcialmente subvencionada por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Convenio de Colaboración INFO-UPCT para la ejecución del Programa de Actividades de Emprendimiento en la Universidad de Politécnica de Cartagena, a través de la Cátedra Santander Emprendimiento y la Oficina de Emprendedores y Empresas de Base Tecnológica.