La principal ventaja de este método frente al uso de indicadores de pH es que reacciona específicamente con ácido acético produciendo un cambio de color, mientras que con otros ácidos no cambia de color. De esta forma es posible usar el compuesto para detectar de forma específica la presencia de ácido acético.
También es posible hacer un análisis cuantitativo de la concentración de ácido acético mediante el estudio del cambio de color del compuesto.
Además, tanto la detección de ácido acético o el análisis cuantitativo pueden hacerse incluso en presencia de otros ácidos ya sean orgánicos o inorgánicos.
El ácido acético puede encontrarse en disolución, en fase gaseosa, en fase sólida o una combinación de las anteriores y el cambio de color puede comprobarse visualmente o mediante métodos ópticos.
Otra ventaja es que, al finalizar el análisis, es posible regenerar el compuesto mediante un proceso térmico, lo cual permite reutilizarlo en una nueva detección o análisis cuantitativo.
Grupo de investigación:
Aplicaciones Químico-Industriales
Contacto:
transferencia.resultados@upct.es
El ácido acético es una sustancia de uso industrial con multitud de aplicaciones en sectores muy diferentes: alimentación, piensos, plaguicidas, adhesivos, pinturas y recubrimientos, disolventes, polímeros, medicamentos, síntesis química, intermedios de fabricación, catalizadores, etc. Por tanto, la presencia o ausencia de ácido acético puede resultar decisiva en muchos procesos y aplicaciones industriales.
Por otra parte, el ácido acético es una sustancia volátil y en un entorno laboral se considera un compuesto orgánico volátil (VOC), cuyo límite de exposición ambiental en entornos laborales está regulado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, además de por organismos y regulaciones internacionales. También se considera un contaminante atmosférico de origen artificial precursor del smog fotoquímico.
También es un contaminante del aire en el interior de los edificios, está demostrado que ataca a obras de arte y es uno de los contaminantes ambientales más dañinos que afectan a los museos. Por tanto, es una de las sustancias a tener en cuenta en el control de la calidad del aire interior de los edificios.
Por todo ello, la detección de ácido acético y su determinación cuantitativa es de gran interés desde el punto de vista de sus aplicaciones y también en los casos de evaluación de la exposición laboral de los trabajadores, en su faceta de contaminante atmosférico y en cuanto a su influencia en la calidad del aire interior de los edificios.
Este método innovador, en proceso de patente, permite detectar con rapidez, fiabilidad y de forma económica, específica y sencilla la presencia de ácido acético, ya sea en disolución, en fase gaseosa, en fase sólida, o en una combinación de las anteriores