El 22 de noviembre continuó los talleres de Creatividad Emprendedora con el taller impartido por José Piñera titulado “Estrategias del Océano Azul”. El ponente explicó que en el S. XXI se pasó de un tiempo de estabilidad a un entorno “VUCA”, acrónimo de Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad en inglés. Comenzó con la caída de las Torres Gemelas, la crisis financiera del 2008 y, ahora, con la crisis de la COVID-19. Como señaló Zigumund Bauman “Pasamos de un mundo sólido y estable, a un mundo líquido, en el que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse y no sirven de marcos de referencia para los actos humanos. Todo está en constante mutación y nada del presente ayuda a predecir el futuro.”
Los mercados actuales presentan dos actores: una competencia más intensa, global y complicada en diferenciación a largo plazo y unos clientes con más información, más opciones y más poder. Para poder salir a competir se puede apostar por un liderazgo en costes intentando abaratar los productos (o aumentar el margen de beneficio) o apostar por un liderazgo de diferenciación. Los océanos rojos es la forma de denominar los mercados ya existentes, en el que se explora la demanda que ya existe, con una oferta que busca superar a los competidores con una estrecha relación entre beneficios y costes. Consisten, por tanto, una intensa guerra de precios, con márgenes bajos y una gran dificultad para crecer. La estrategia del océano azul consiste en explorar un espacio de mercado inexplorado, con características propias y diferenciadas para conseguir que la competencia sea irrelevante. De este modo se crea y captura nueva demanda y se consigue un mejor costo y una mayor diferenciación.
Para llegar a ese océano azul existen herramientas que nos ayudan a pensar en explorar esos territorios. Las más útiles son la curva de valor -con la que se realiza un diagnóstico del sector- y la matriz de las cuatro acciones RICE -reconstruyendo los elementos de valor.
La curva de valor permite identificar a los competidores (tanto directos como indirectos) y los atributos de la oferta (características de los productos y servicios de la competencia, así como sus bases y valoración). Los atributos pueden ser según su naturaleza (tangibles, intangibles y subjetivos) y según su carácter diferenciador (genéricos, esperados y complementarios).
La matriz RICE tiene por objetivo reducir costes Reduciendo atributos o Eliminando características o variables y aumentar su valor Incrementando los atributos más potentes y Creando nuevos.
De este modo, es posible construir un modelo de negocio viable si se contesta afirmativamente a las siguientes cuestiones: “¿Tiene utilidad para el comprador?”, “¿podrá lograr ser rentable?”, “¿es su precio asequible para un volumen suficiente de compradores?” y “¿se ha ocupado de resolver los obstáculos para la adopción de su idea de negocio?”.
Así pues, aplicar la estrategia del océano azul es eficaz cuando se pone el foco en pocos atributos, con una curva de valor distinta a los competidores y con un mensaje consistente y convincente.
Esta actividad ha sido parcialmente subvencionada por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Convenio de Colaboración INFO-UPCT para la ejecución del Programa de Actividades de Emprendimiento en la Universidad de Politécnica de Cartagena, a través de la Cátedra Santander Emprendimiento y la Oficina de Emprendedores y Empresas de Base Tecnológica.